¿Se puede amar y ser amigo de una persona al mismo tiempo?

"Bebe y morirás 10 años antes, fuma y morirás 30 años antes, ama a alguien que no te ama y morirás diariamente."— Mario Benedetti

Amar y ser amigo de una persona que ya no te corresponde puede ser uno de los desafíos emocionales más intensos. Este dilema se asemeja a ofrecer pan al que se está muriendo de sed, porque la persona amada esta ahí, pero se convierte en un constante recordatorio de lo que se ha perdido y que muy posiblemente no se va a volver a encontrar. Cada buen gesto, incluso por más pequeño que sea, puede encender una chispa de esperanza solo para enfrentar la amarga realidad, la relación romántica para bien o para mal, ha terminado.

Mantener una amistad con alguien a quien todavía amas implica una lucha constante entre el deseo y la aceptación.

Es un equilibrio delicado que puede prolongar el dolor y la esperanza de un amor que ya no es posible. Ser honesto con uno mismo es muy importante en esta situación, y hacerse esta pregunta es también un punto fundamental: ¿es realmente posible ser solo amigo sin esperar algo más? La respuesta a esta pregunta puede determinar si la amistad es saludable o si nos esta matando diariamente.

A veces, tomar distancia puede ser el acto más amoroso (porque si, amar también es dejar ir) tanto para uno mismo como para la otra persona. Permitir que las heridas sanen es lo más importante para el crecimiento personal y emocional. La verdadera amistad y el amor no deben estar en una batalla constante donde uno de los dos siempre sale herido.

La cita de Mario Benedetti, "ama a alguien que no te ama y morirás diariamente", nos habla del amargo dolor de un amor no correspondido. Sin embargo, al final del día, cada persona debe decidir lo que es mejor para su bienestar emocional. Aceptar que la distancia es necesaria para sanar puede llegar a ser el mayor acto de amor propio.

En conclusión, ser un amigo y amar a esa persona que ya no nos ama, o que nunca nos amó, es complicado y complejo, es algo lleno de desafíos. Mi consejo es: permítanse sentir, ustedes son los únicos que saben que es lo mejor para sí mismos, háganse preguntas, profundicen en sus emociones y dialoguen internamente para encontrar claridad, porque para mí, el amor, no debe ir de la mano con el dolor.