¿Qué es realmente la “esquizofrenia”?

Esquizofrenia, una palabra que nos causa mucha curiosidad y que hoy en día suena muchísimo gracias a la influencia de las redes sociales. La esquizofrenia se puede definir como una enfermedad psicológica que ha llegado entrar en la categoría de enfermedades demenciales gracias a que altera la mente de una persona en magnitudes muy graves. Se trata de tres síntomas principalmente, en primer lugar, las alucinaciones (visuales y auditivas), desorden del pensamiento, lo que provoca la idealización de argumentos no lógicos, y, por último, los delirios, creencia firme en situaciones o acontecimientos que no van más allá de su imaginación.

¿Se nace predispuesto genéticamente a padecer de esquizofrenia o es algo que se desarrolla con el paso del tiempo? Efectivamente la genética juega un rol más que importante al momento de padecer de esta enfermedad, si en la línea familiar se tiene un historial de este tipo las personas suelen tener un 60% de probabilidad de desarrollar trastornos mentales similares, sin embargo, acontecimientos traumáticos en la infancia, anomalías cerebrales - que se suelen dar durante la primera infancia-, el uso excesivo de sustancias psicoactivas o también, ciertos factores neuroquímicos pueden impulsar a que se genere un desorden cerebral que a su vez genera trastornos tales como la esquizofrenia.

Hablando “científicamente”, podemos definir la esquizofrenia como un exceso de dopamina en las zonas de percepción y regulación de pensamiento del cerebro. Se sabe que los hombres son más propensos a tener esta enfermedad y que la adquieren entre los 10 y 20 años, las mujeres en cambio entre los 20 y los 30.

El tratamiento de la esquizofrenia es complicado sin importar la edad, normalmente se hace por medio de medicamentos que corrigen los desórdenes de neurotransmisión, más conocidos como antipsicóticos o neurolépticos. La esquizofrenia no tiene cura, sin embargo, con la debida administración de estas sustancias y el acompañamiento psicosocial profesional que se estime necesario se pueden controlar los síntomas y ofrecerle al paciente una mejor vida. No todos los pacientes reaccionan del mismo modo al tratamiento y requieren esfuerzos más profundos, como la terapia de electroshock, que es un tratamiento mucho más “agresivo” que consiste en la aplicación de corrientes eléctricas de bajo voltaje que generan cambios a nivel químico en el cerebro y logran aliviar múltiples síntomas de diferentes trastornos mentales.

Se estima que solo el 1% de la población del mundo padece esta enfermedad, y de ese 1% se sabe que el 5% la adquirió entre los 15 y 20 años, los expertos dicen que si existe la posibilidad de que esta enfermedad se empiece a desarrollar en personas incluso más jóvenes y que la primera señal es el aislamiento social excesivo.

El hecho de que la esquizofrenia sea una enfermedad tan sonada pero tan poco entendida genera diferentes prejuicios que afectan a toda persona que padezca de ella. Como por ejemplo “los esquizofrénicos son muy violentos” “No son capaces de llevar una vida plena” “Todos necesitan internación en centros psiquiátricos”. Estos mitos sobre la esquizofrenia hacen que el tema no sea bien recibido en la mayoría de ocasiones y que a si mismo las personas que lo padecen se sientan peor. Una prueba de que esta enfermedad es grave pero tratable es John Nash, matemático ganador del Premio Nobel de Economía. “Un genio atormentado” Varios testimonios de personas esquizofrénicas afirman que para ellos es muy difícil hablar de sus alucinaciones incluso con personas profesionales en el área ya que estarían relacionando su vida real con sus alucinaciones y eso suele generarles dolor en diferentes partes del cerebro, además de confundirlos. En la antigüedad, este tipo de trastornos ya existían, sin embargo, se consideraban “posesiones diabólicas” y por lo tanto la solución que se le daba era el someterse a exorcismos, ayunos, rezos y rituales que al final no ayudaban a la persona en lo absoluto.

Uno de los casos más graves de esquizofrenia es el de Jani Schofield, la niña nacida en California que desde sus primeras horas de vida demostró ser diferente a los demás niños, a los pocos meses de vida sabía reconocerse a sí misma y a las partes de su cuerpo (cosa que suele darse normalmente a los dos años de edad) Demostraba niveles de inteligencia superiores y actitudes que sus padres siempre relacionaron con que fuera superdotada o brillante simplemente. Algo que sus padres resaltan es que siempre miraba a ciertos lugares como si hubiera algo ahí, miraba las paredes e incluso cuando sus padres le hablaban no dejaba de hacerlo. Los bebés a las 5 semanas suelen dormir entre 15 y 18 horas, incluso 20, sin embargo ella solo dormía 3. Cuando empezó a ir a la escuela se volvió agresiva consigo misma y tiempo después contra las personas que la rodeaban. Fue diagnosticada con esquizofrenia infantil a los seis años después de tener un episodio en la escuela estrellándose ella misma contra las paredes y puertas de ésta. Después de unos años y muchísimas polémicas contra sus padres, fue internada junto con su hermano menor hasta la mayoría de edad. Hoy en día vive con su madre aun en California viviendo con medicación y tratamiento y tratando de llevar una vida lo más normal posible.

Es importante mencionar que al ser la esquizofrenia un desequilibrio químico en el cerebro que afecta múltiples partes de este, si la enfermedad no es tratada ese desequilibrio seguramente conducirá a otras enfermedades mentales, depresión, ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo etc. Enfermedades que pueden llevar a las personas a el suicidio. Según varios estudios, la taza de suicidio de esquizofrénicos es 170 veces más alta de la que tienen las personas sin trastornos mentales y resulta difícil imaginar que porcentaje de esas 170 personas murió sin si quiera saber exactamente porque sufrían de esa manera y sin recibir ningún tipo de ayuda por parte de amigos, familia o incluso profesionalmente.