¿Quién es el peor enemigo de las mujeres?
- Sofía Arango
- 3 sept 2024
- 2 Min. de lectura

La sororidad es un concepto fundamental en el feminismo contemporáneo, que se refiere a la solidaridad y apoyo mutuo entre mujeres para promover su empoderamiento y combatir las estructuras patriarcales. Esta solidaridad busca desafiar las dinámicas de competencia y rivalidad que han sido inculcadas culturalmente y que a menudo impiden la cohesión y el progreso colectivo de las mujeres.
El término "sororidad" proviene del latín "soror", que significa "hermana", y se ha adoptado en muchos idiomas para describir una relación de hermandad y apoyo entre mujeres. La sororidad implica un reconocimiento de las experiencias compartidas y la lucha común contra la opresión de género. Quizás el término suene cliché o incluso desatinado, pero no se trata solo de una amistad o camaradería entre mujeres; no es ser el macho alfa, sino tener un compromiso consciente y activo para respaldarnos mutuamente en la búsqueda de igualdad y justicia. Porque vemos que el peor enemigo de las mujeres somos nosotras mismas, las que tienen críticas fuertes son las mismas mujeres contra las otras.
La competencia entre mujeres se nota siempre y crea una sensación de rivalidad no existente, especialmente en contextos de atracción romántica. En mi opinión, es una gran estupidez pelear por una persona para su atención o para marcar territorio. A muchos les da miedo las tóxicas, pero si lo dicen es porque no han visto cómo una mujer se transforma contra la otra, y esto puede pasar también de forma profesional. Este es realmente un fenómeno ampliamente observado y discutido. Esta rivalidad puede ser alimentada por diversas razones, que quiero explorar.
Patriarcado y Control Social
Las estructuras patriarcales han fomentado la competencia entre mujeres como una forma de mantenerlas divididas y, por lo tanto, menos capaces de desafiar el status quo. Si las mujeres fuéramos más unidas, seríamos una gran revolución. Al competir entre nosotras, las mujeres podemos vernos desinteresadas de la lucha contra la verdadera fuente de nuestra opresión.
Recursos Limitados
En muchos contextos, las mujeres nos hemos visto percibidas como competidoras por recursos limitados, ya sea atención romántica, la principal razón de la división femenina, oportunidades laborales o reconocimiento social. Sin dudarlo, es difícil de conseguir.
Internalización de Estereotipos
La internalización de estereotipos y expectativas sociales sobre cómo deben comportarse las mujeres puede llevar a dinámicas de competencia. Esto quizás no es intencional, sino nuestro instinto, pero llamarlo instinto también es algo incorrecto porque es algo que se puede controlar. Las mujeres a menudo sentimos la presión de demostrar que somos "mejores" o más "deseables" que las otras para obtener validación y éxito. ¿Por qué nuestro valor depende de un hombre? ¿O por qué pensamos que una validación masculina subirá nuestro valor personal?
La sororidad es una herramienta poderosa para transformar las relaciones entre mujeres y fortalecer su lucha colectiva por la igualdad y justicia. Al reconocer y desafiar las dinámicas de competencia impuestas por la sociedad, las mujeres pueden construir relaciones más solidarias y empoderadas, trabajando juntas para lograr un cambio significativo en sus vidas y en la sociedad en general.
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