La moda incomoda
- Isabella Pabón Londoño
- 4 jun 2024
- 2 Min. de lectura
La moda incomoda, es un término que para muchos puede ser cierto dependiendo de los ojos que lo ven, y no me refiero exactamente a las prendas ajustadas y extremadamente incómodas, hablo de cuando pasamos la calle y vemos a simple vista una personas con parámetros y vestimenta muy diferentes a lo que estamos acostumbrados a ver, inmediatamente surge la duda. ¿Esta persona esta cuerda?, y de alguna forma se lanza una mirada lo suficiente discriminatoria para que esa persona “diferente” se sienta mal.
Durante la evolución de cada persona se desencadena una serie de formas en las que por la edad se debería de vestir; por ahí dicen que “como te vistes te tratan”, pero por qué se debería de escuchar a alguien que solo juzga por su portada, la moda tiene el poder de ser un lenguaje que transforma , con solo pestañear las tendencias como llegan se van, el fast fashion o moda rápida últimamente ha permanecido a la sociedad por miedo a ser catalogada “diferente”, pero… ¿Ser diferente es malo ? ¿Es necesario cambiar tu significado de moda por miedo?.
Lo que muestran en las portadas, vitrinas y televisión es una simple forma de industrialización hacia la moda, esta se ha encargado desde siempre de insegurizarnos e imponernos la forma en que debemos lucir, pero sobre todo, la forma que nuestros cuerpos deben tener, ya que los talles, el tamaño de la ropa, su forma, es lo que hace que muchas mujeres se sientan incómodas con su cuerpo.
La moda sí incómoda, la moda afecta todos los aspectos de la sociedad, la industria de la moda quizá es la industria que más se reinventa según las situaciones sociales del momento, se supone que las mujeres deberían de vestir femenino y los hombres masculino, en cierta forma es justo así, pero existen códigos de vestimenta para cada ocasión que pueden parecer obsoletos; porque están arraigados en tradiciones o normas sociales que pueden no tener tanto sentido en el mundo moderno. Algunas marcas de lujo establecen normas muy estrictas sobre cómo deben vestir sus clientes. Por ejemplo, podrían rechazar rotundamente el uso de un bolso de paloma o una toalla como accesorios de moda. Sin embargo, estas mismas marcas pueden tener un respeto especial por aquellas personas que desafían esas normas y expresan su personalidad de manera única.
Es importante recordar que nadie es perfecto y que la verdadera moda debería ser inclusiva, celebrando la diversidad en todas sus formas. Al abrazar nuestra singularidad y expresarnos auténticamente a través de nuestra ropa, podemos encontrar una belleza genuina que va más allá de las apariencias superficiales.
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