¿Desapareceremos o solo los corales?
- Laura Camila Quintero
- 5 may 2023
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 26 jul 2023
Creo que no soy la única que ama el mar, es uno de mis grandes amores; desde pequeña mi familia hizo que el mar fuera mi sitio preferido en todo el mundo y a quien sea que le preguntes somos acuáticos, está en nuestros genes, amamos nadar y ver la vida acuática. Algo que definitivamente me fascina son los corales, llenos de vida albergan vida dentro de ellos, desde los más “normales” hasta los que te hacen enamorarte, todos tienen una increíble función en este ecosistema, nadar alrededor de ellos te hace recordar que ellos no están allí por arte de magia, son perfectamente creados. Hablemos un poquito más de mi gran amor, el mar, amo su inmensidad, los animales que están en él, y es que como alguien no le puede parecer increíble lo azul que puede llegar a ser. Una ciudad debajo del mar, en donde la vida se siente diferente, todo va más lento y sientes las cosas más profundas, te das cuenta de lo pequeño que eres a comparación de lo inmenso que es el océano; sus animales nos enseñan tantas cosas, las ballenas con sus ballenatos, las rayas águila que llaman la atención a sus movimientos lentos pero tan tranquilizantes con sus manchas que son únicas e irrepetibles, el tiburón ballena, tan grande, tan imponente pero con tanta paz y tranquilidad.
Hay tantas cosas que encuentro increíbles y si me pudiera dedicar a nadar toda mi vida seguro lo haría; pero hay algo que a nosotros, los amantes del mar nos preocupa mucho y no, no es el hecho de que Bob esponja es una esponja que vive en el fondo del mar. Últimamente mirando algunas noticias me detuve a mirar una página de buceo que sigo y recomendaban un documental en Netflix, llamado En busca del coral, les recomiendo verla de paso, pero además de lo bonito que se veía y como hablaba del mar y su vida, cuenta una triste realidad, esos colores brillantes que se ven en los corales y la vida que se ve en ellos, se está desapareciendo, poco a poco el mar se va muriendo y con el los corales, esto no es solo en lugares específicos es en todo el mar, incluso aquí en Colombia, en la isla Múcura, que poco a poco va desapareciendo y la isla maravilla junto con todas las demás que se han ido yendo silenciosamente, esto es preocupante, para nosotros y para las próximas generaciones. Tenemos toda una vida por delante, tantos sueños y tantas metas, tantas aventuras que buscamos y la necesidad de encontrar en la belleza de la naturaleza el sentido de nuestra vida, de nuestra existencia en este mundo, no somos simples seres humanos o una generación más, somos una generación con la oportunidad de cambiar un poquito ese destino que desde hace años se viene construyendo. Según estudios en las últimas décadas hemos perdido el 40% de los arrecifes de coral, se están volviendo totalmente blancos y los que no están blancos actualmente se ven como ciudades desiertas, sin vida, muertos, sin color. Esto va muy a la carrera, el calentamiento global está cada vez más dañando cosas a su paso y si queremos lograr todas las cosas que soñamos debemos tener en cuenta el océano. Él es imponente, es gigante y aún no sabemos todo de él, pero si algo es cierto es que él siempre ha respetado el límite de nuestra vida, las olas vienen con fuerza pero siempre llegan hasta el mismo lugar, el tiburón no se alimentaba de humanos, hasta que el ser humano empezó a pescar el alimento del tiburón e incluso al mismo tiburón, infundimos miedo sobre el mar, sobre sus criaturas, pero nosotros somos los que tenemos que tenernos miedo a nosotros, nuestra avaricia y necesidad ha llegado tan lejos que somos los únicos que destruimos nuestro propio hábitat, destruimos todo a nuestro paso y nosotros, que ahora comenzamos nuestras vidas somos los que deberíamos vernos interesados por este tipo de cosas; primero debemos cumplir con nuestro deber de cuidar lo nuestro, de cuidar esa ciudad que hay debajo de ese azul profundo.
Y no sé ustedes, pero yo quiero vivir en el mar, quiero experimentar que se siente ser tan diminuto al lado de todas estas criaturas, quiero poder tener un mar donde ir y relajar mi mente, un lugar en donde toda la familia se reúna, donde todos nademos y nos sintamos tan libres como yo me siento cuando nado. Esto es algo que importa para todos y si queremos ese futuro, con lo maravilloso de nuestro planeta azul, cuidémoslo, hagamos los pequeños cambios que nos corresponden, por lo menos digamos que nosotros hacemos algo, que ayudamos a la conservación de este paraíso.
¿Y tú qué piensas sobre esto?
Laura, algo controversial el tema y más en un país polarizado, es muy cierto cada frase, pero la política es tan cambiante y corrupta que todo el que llegue al poder está dirigido por alguien más poderoso, la destrucción de las sociedad seguirá en marcha como lo tienen previsto un tal George soros que es el propulsor del socialismo en todo Latinoamérica, y con el deterioro de la familia, el aborto. Los woke... Y las drogas solo toca seguir cuidando de la familia y el respeto por Dios es lo único que nos salva.
Laura, lindo tu escrito sobre el mar, comparto ese amor tan grande por él.