Escritura terapéutica: ¿En que consiste? y sus beneficios
- Ana Sofía Marentes Hernández
- 3 sept 2024
- 4 Min. de lectura

Hablar de nuestros sentimientos y pensamientos puede llegar a ser difícil, incómodo o en ocasiones tenemos la mente saturada de tantos diferentes pensamientos que no podemos examinarlos ni comprenderlos bien. Para estás ocasiones podría intentar comenzar a implementar la escritura terapéutica.
¿Qué es la escritura terapéutica?
La escritura terapéutica son una serie de ejercicios en los que una persona expresa de forma textual las emociones y pensamientos que no puede expresar de forma verbal con el objetivo de comprendernos mejor a nosotros mismos y canalizar el malestar mental que nos puede estar agobiando y no sabemos cómo dejarlo.
Origen
Se cree que el desarrollo de esta actividad comenzó durante la década de los 60s cuando la psicoterapeuta estadounidense Ira Progoff desarrolló el método del diario intensivo mientras trabajaba en la universidad Drew (en Nueva Jersey).
Dicho método consiste en tres partes fundamentales:
Escribir todos los hechos importantes de tu pasado: personas que dejaron una marca en ti, sucesos de los que te arrepientes, de los que estás orgulloso, las primeras dificultades que tuviste en la vida, momentos que sientes que fueron importantes para tu posterior desarrollo.
Escribir sobre tu realidad actual: las relaciones más importantes que llevas, escribir sobre la percepción de uno mismo, describir los proyectos y sueños personales que has logrado, cómo ves la vida y las incógnitas que tienes sobre esta.
Escribir sobre lo que esperas en el futuro: cuáles son tus ambiciones, que piensas y sientes acerca de la muerte, que marca quieres dejar en el mundo cuando ya no estés, como quieres o esperas que sea tu desarrollo personal.
Cada parte está pensada para que la persona que aplique el método pueda conocerse a sí misma con mayor claridad y a partir de lo escrito pueda reflexionar acerca de si siente que debe cambiar algún aspecto para mejorar como persona (ej: ser más agradecido con sus seres queridos, cambiar tendencias de auto sabotaje, reflexionar de qué rumbo quiere tomar en el futuro, etc.) además de impulsar la autonomía del individuo al tener el compromiso consigo mismo de ir escribiendo este diario de manera constante contestando los tres apartados de manera honesta y no como le gustaría que fuera.
¿Cómo podemos comenzar?
Sin embargo, para implementar la escritura terapéutica en nuestra vida no debemos seguir al pie de la letra lo que formuló Progoff, sino que podemos usarlo como un punto de partida para iniciar a escribir y dependiendo de cada uno, podemos enfocar los escritos en diferentes temas que nos pueden estar agobiando o en los que debemos trabajar. A continuación se presentarán una serie de pautas que también pueden ser útiles a la hora de poner en práctica este tipo de escritura.
Uno de los más importantes, sino es que el más importante, todo lo que escriba es privado y no debe sentir la obligación de hacerlo saber o mostrárselo a terceros, pues el objetivo es que pueda escribir sin presiones ni tapujos para que pueda exteriorizar de mejor forma lo que está sintiendo.
Escribe por el medio que te sea más cómodo y accesible: Normalmente uno al pensar en un diario o en este tipo de ejercicios de escritura, puede tener la idea preconcebida de que debe hacerlo en una agenda o cuaderno físico, no obstante si le angustia que alguien lo pueda encontrar y leer o simplemente se le hace más sencillo, puede escribir en un formato digital ya sea en sus notas del teléfono, en un documento de Word o una de las varias aplicaciones que se desarrollan con ese propósito en específico.
Escribe sin pensar demasiado: El objetivo de la escritura terapéutica como ya se ha mencionado es la de canalizar todos esos pensamientos, emociones y sentimientos que no podemos externalizar de otra manera o hablarlas con alguien más, por lo tanto es importante no enfocarnos en si esta bien redactado sino en expresar libremente lo se esta sintiendo el momento, para luego poder reflexionarlo con calma y sin juicio a nosotros mismos.
Hazlo tuyo: A primera instancia suena redundante el enunciado, pero más allá de escribir, si le apetece, puedes personalizar el lugar donde escribe, haciéndolo más personal y cercano a usted; en el caso de un registro físico, puede garabatear el papel, hacer dibujos, subrayar, poner notas adhesivas, stickers, etc; en el caso de que sea digital puede cambiar la fuente de letra, el color de la página, subrayar, entre otras cosas, nada de esto tiene porqué necesariamente verse estético o prolijo, sino como otra manera de expresar cómo te sentías en el momento o de hacer hincapié en detalles que te son importantes, todo esto con el objetivo de que te sientas más a gusto y desinhibido a medida que vas escribiendo.
¿Cuáles son sus beneficios?
Los beneficios que trae consigo la implementación de la escritura terapéutica en nuestra vida diaria son:
Nos ayuda a conocernos mejor y cómo percibimos el mundo.
Nos ayuda a organizar nuestras ideas, lo puede puede ayudar a reducir el estrés y/o ansiedad.
Podemos expresarnos y desahogarnos sin sentir que estamos siendo juzgados.
Al reflexionar sobre lo que sentimos podemos racionalizarlo y considerar cómo debemos actuar a continuación.
Podremos identificar de mejor manera porque nos estamos sintiendo de determinada manera.
Desde luego, existen varias formas en las que se puede abordar la escritura terapéutica, ya sea por medio de un diario de vida, cartas no enviadas, escritura automática, entre varias más, este tipo de actividades pueden realizarse en cualquier punto de la vida por iniciativa propia, pese a eso siempre puede buscar otras actividades que lo ayuden a canalizar sus emociones de manera saludable como el deporte, el dibujo o si siente que necesita apoyo puede acudir con un profesional de la salud mental. Independientemente de cual escoja, lo esencial es que pueda mejorar como persona y sentirse a gusto consigo mismo.
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